Para el doctor José Enrique Romero, secretario general  del  Comité Provincial del  PRM, coordinador del Consejo de Alcaldes de los municipios de la provincia de Santiago y alcalde de Puñal, el ejercicio en el poder  del  presidente Luis Abinader  Corona  marca un hito en la historia de República Dominicana, porque ha logrado transformar al Estado, afianzar la democracia y auspiciar el bienestar social de la población.

Conforme a Romero, la gestión basada en la ética, la honestidad, la responsabilidad, en una inversión pública sujeta a la descentralización y democratización del Presupuesto General de la Nación y del Producto Interno Bruto (PIB), el humanismo e institucionalidad, lo catapultan como un jefe de Estado histórico, demócrata y visionario.

“Hoy tenemos que dividir la historia en un antes y un después de la llegada al poder de Luis Abinader Corona, en la medida ha contribuido con la transformación de la sociedad, el adecentamiento de la práctica política, la transparencia en el manejo de los recursos del erario, la asistencia social efectiva a los sectores vulnerables y el decoro demostrado desde la Presidencia de la República”, afirmó.

“Todo esto,- precisó- ha sido el soporte para el crecimiento sostenido de la economía, la construcción de las obras vitales, el bien común y colocar a República Dominicana como la nación más confiable, transparente, estable y próspera en América Latina y el Caribe, logros reconocidos por los ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la CEPAL, el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos con dimensión universal”.

A continuación compartimos con ustedes,  amigos/as lectores, el texto íntegro de los conceptos plasmados por el doctor José Enrique Romero:

Legado indeleble del presidente Abinader

(Por José Enrique Romero)

En la historia de los pueblos, existen liderazgos que dejan huellas pasajeras y otros que marcan un antes y un después. El presidente Luis Abinader pertenece a este segundo grupo. Su gestión se ha distinguido por colocar la transparencia y la lucha contra la corrupción en el centro de la agenda gubernamental, respondiendo a un clamor social largamente postergado”.

Desde el inicio de su mandato, el Presidente Abinader ha demostrado que la política no puede ser instrumento de privilegios personales ni de impunidad institucionalizada. Ha impulsado un estilo de gobierno donde las cuentas públicas se administran con claridad, se fortalecen los mecanismos de fiscalización y se apoya de manera decidida la independencia de los órganos de control y de la justicia. Estos hechos constituyen pruebas fehacientes de un compromiso que trasciende el discurso”.

En un país donde por décadas, la corrupción fue percibida como un mal endémico, la gestión actual ha devuelto la confianza ciudadana en que es posible construir un Estado íntegro, eficiente y al servicio de la gente. Esa firmeza en combatir las prácticas corruptas no solo responde a una exigencia ética, sino que constituye un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de la nación”.

El legado del presidente Abinader se escribe en tinta indeleble porque ha entendido que sin transparencia no hay democracia sólida, y que sin lucha contra la corrupción no puede haber justicia social. Su gobierno quedará registrado en la memoria histórica como el de mayor determinación en garantizar que la República Dominicana avance hacia un modelo de gestión pública donde la honestidad, la rendición de cuentas y el respeto a la ley no sean excepciones, sino reglas inquebrantables”.